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Gracias a su tecnología de microflujo, los sensores de presión diferencial LMI pueden medir con gran precisión incluso las presiones más bajas en el rango de menos de 25 Pa. Gracias al modo de ahorro de energía integrado, los sensores con tensión de alimentación de 3,3 V y salida I²C también son adecuados para su uso en aplicaciones alimentadas por pilas. Esto reduce la corriente de reposo al mínimo.

Con la tecnología de microflujo, el flujo de masa a través de un minúsculo canal de flujo integrado en el chip de silicio se determina térmicamente y se convierte en una diferencia de presión. El flujo mínimo de gas hace que los sensores sean insensibles al polvo y, en comparación con otros sensores de presión basados en el flujo, no provoca ninguna desviación con mangueras de conexión largas.
Los sensores de presión diferencial LMI, muy planos, son ideales para medir el caudal de aire y gases utilizando el método de presión diferencial para montaje con junta tórica en disposición de derivación. Gracias a la tecnología especial de medición de microcaudales, estos sensores ofrecen una extraordinaria estabilidad a largo plazo y la máxima precisión incluso a las presiones más bajas.