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Sin necesidad de realizar ningún trabajo de ajuste, el cabezal de medición permite realizar comprobaciones de calidad precisas en tiempo real, ya que la potencia del láser, los tiempos de obturación de la apertura y la ganancia del receptor (factor de amplificación) se adaptan a los cambios de color o de superficie de los objetos a medir a la velocidad del rayo. Esto garantiza una detección extremadamente estable en todas las aplicaciones.