Las Naciones Unidas predicen que la población mundial aumentará de los 8.000 millones actuales a 8.500 millones en 2030. Esto aumentará la presión sobre nuestra capacidad para producir suficientes alimentos y ponerlos a disposición de la gente en el lugar adecuado y en las mejores condiciones. Además, el cambio climático provocará un número creciente de fenómenos meteorológicos graves que afectarán a los rendimientos de las prácticas agrícolas tradicionales al aire libre.