Aplicaciones típicas | Industria eléctrica Ingeniería mecánica y construcción de plantas Industria del metal |
Rango de temperatura de trabajo | 0 hasta 50 °C |
Tipo de detector | VOx FPA infrarrojo no refrigerado |
Interfaces | Vídeo analógico, vídeo digital, RS232, UART |
Detectores de calor
Los detectores de calor, también llamados detectores de calor , detectan el calor generado por un incendio. Si se supera la temperatura límite controlada por el sensor, se activa la alarma (detector de valor máximo). Los detectores termodiferenciales responden a un rápido aumento de la temperatura en comparación con la temperatura ambiente durante un periodo de tiempo determinado, el aumento de temperatura por unidad de tiempo. Los detectores automáticos de calor pueden emitir alarmas sonoras o visuales. Otra aplicación es, por ejemplo, la evaluación de la señal de detección a través de una unidad de evaluación para activar un aspersor.... leer más
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Rango de temperatura de trabajo | 0 hasta 50 °C |
Tipo de detector | VOx FPA infrarrojo no refrigerado |
Versiones personalizadas | Componente de ampliación |
Los detectores diferenciales de calor también pueden utilizarse como detectores de valor máximo de calor, ya que cada detector diferencial de calor también tiene un ajuste de valor máximo.
Los detectores de calor se utilizan, por ejemplo, en habitaciones en las que los detectores de humo activarían falsas alarmas debido a la presencia de humo o polvo en el aire. Los detectores de calor son menos adecuados para la protección personal. El desarrollo de gas de humo puede poner en peligro a las personas incluso antes de que el detector de calor detecte la radiación térmica.
Detector de calor de línea
Las líneas de sensores de los detectores de calor line constan de líneas de cobre. La línea del sensor está conectada a una unidad de evaluación. Cada una de estas líneas de cobre está rodeada por un material de coeficiente de temperatura negativo (NTC). Si la temperatura alrededor de la línea del sensor aumenta, la resistencia disminuye y la unidad de evaluación evalúa la señal en consecuencia.
Los detectores de calor se utilizan, por ejemplo, en habitaciones en las que los detectores de humo activarían falsas alarmas debido a la presencia de humo o polvo en el aire. Los detectores de calor son menos adecuados para la protección personal. El desarrollo de gas de humo puede poner en peligro a las personas incluso antes de que el detector de calor detecte la radiación térmica.
Detector de calor de línea
Las líneas de sensores de los detectores de calor line constan de líneas de cobre. La línea del sensor está conectada a una unidad de evaluación. Cada una de estas líneas de cobre está rodeada por un material de coeficiente de temperatura negativo (NTC). Si la temperatura alrededor de la línea del sensor aumenta, la resistencia disminuye y la unidad de evaluación evalúa la señal en consecuencia.
¿Qué es un detector de calor y cómo funciona?
Un detector de calor es un dispositivo electrónico diseñado para detectar fuego o calor. A diferencia de un detector de humo, que detecta las partículas de humo, un detector de calor reacciona a los cambios de temperatura.
Un detector de calor consiste en un sensor de temperatura que se ajusta a un umbral de temperatura específico. Si la temperatura ambiente supera el umbral fijado, se activa una alarma. Esta alarma puede adoptar la forma de una señal sonora o de una notificación a un sistema de seguridad.
La funcionalidad de un detector de calor se basa en el principio de la tecnología de infrarrojos pasivos (PIR). El sensor de temperatura mide continuamente la temperatura de su entorno. Si se detecta un rápido aumento de la temperatura, por ejemplo debido a un incendio, se dispara la alarma.
Los detectores de calor suelen utilizarse en zonas en las que los detectores de humo pueden resultar poco fiables debido al polvo, los vapores o la alta humedad, como en cocinas, garajes o trasteros. También pueden utilizarse como complemento de los detectores de humo para mejorar la seguridad en un edificio.
Un detector de calor consiste en un sensor de temperatura que se ajusta a un umbral de temperatura específico. Si la temperatura ambiente supera el umbral fijado, se activa una alarma. Esta alarma puede adoptar la forma de una señal sonora o de una notificación a un sistema de seguridad.
La funcionalidad de un detector de calor se basa en el principio de la tecnología de infrarrojos pasivos (PIR). El sensor de temperatura mide continuamente la temperatura de su entorno. Si se detecta un rápido aumento de la temperatura, por ejemplo debido a un incendio, se dispara la alarma.
Los detectores de calor suelen utilizarse en zonas en las que los detectores de humo pueden resultar poco fiables debido al polvo, los vapores o la alta humedad, como en cocinas, garajes o trasteros. También pueden utilizarse como complemento de los detectores de humo para mejorar la seguridad en un edificio.
¿Cuándo debe instalar un detector de calor?
Se recomienda instalar un detector de calor en las habitaciones o zonas en las que un detector de humo convencional no sea adecuado. Por ejemplo, cocinas, baños, garajes y talleres. En estas habitaciones, las alarmas de humo pueden activarse por el vapor, el polvo u otras partículas que no indican necesariamente un incendio real. Un detector de calor, en cambio, reconoce los aumentos de la temperatura ambiente que podrían indicar un incendio. Por lo tanto, debe instalarse un detector de calor además de los detectores de humo para garantizar una protección contra incendios completa. También es aconsejable instalar detectores de calor en habitaciones donde haya aparatos eléctricos que puedan provocar un sobrecalentamiento, como salas de servidores o talleres con máquinas eléctricas.
¿Cuáles son las ventajas de un detector de calor frente a un detector de humo?
Un detector de calor tiene varias ventajas sobre un detector de humo:
1. Detección precoz de incendios: Un detector de calor reacciona ante un aumento rápido de la temperatura ambiente, lo que puede indicar un incendio. Esto permite dar la alarma con antelación y puede ayudar a detectar los incendios en una fase temprana, antes de que se desarrolle el humo.
2. Menos falsas alarmas: Los detectores de calor son menos propensos a las falsas alarmas, ya que no reaccionan a las partículas de humo. Esto puede ser especialmente ventajoso en habitaciones con vapor, polvo o vapores de cocina.
3. Utilización en entornos especiales: Los detectores de calor pueden utilizarse en entornos en los que los detectores de humo no son adecuados debido a las condiciones naturales, como en cocinas o cuartos de baño.
4. Costes más bajos: Los detectores de calor suelen ser menos caros que los detectores de humo, lo que puede convertirlos en una opción atractiva, especialmente si se necesita un gran número de detectores.
5. Mayor vida útil: Como los detectores de calor no dependen de pilas, suelen tener una vida útil más larga que los detectores de humo. Algunos modelos están equipados incluso con una fuente de alimentación cableada.
Es importante tener en cuenta que los detectores de calor no pueden detectar humo y, por lo tanto, no deben considerarse un sustituto completo de los detectores de humo. Los detectores de humo siguen siendo la mejor opción para reconocer las partículas de humo en el aire y avisar a tiempo de un incendio. El uso tanto de detectores de calor como de detectores de humo puede mejorar significativamente la seguridad en un edificio.
1. Detección precoz de incendios: Un detector de calor reacciona ante un aumento rápido de la temperatura ambiente, lo que puede indicar un incendio. Esto permite dar la alarma con antelación y puede ayudar a detectar los incendios en una fase temprana, antes de que se desarrolle el humo.
2. Menos falsas alarmas: Los detectores de calor son menos propensos a las falsas alarmas, ya que no reaccionan a las partículas de humo. Esto puede ser especialmente ventajoso en habitaciones con vapor, polvo o vapores de cocina.
3. Utilización en entornos especiales: Los detectores de calor pueden utilizarse en entornos en los que los detectores de humo no son adecuados debido a las condiciones naturales, como en cocinas o cuartos de baño.
4. Costes más bajos: Los detectores de calor suelen ser menos caros que los detectores de humo, lo que puede convertirlos en una opción atractiva, especialmente si se necesita un gran número de detectores.
5. Mayor vida útil: Como los detectores de calor no dependen de pilas, suelen tener una vida útil más larga que los detectores de humo. Algunos modelos están equipados incluso con una fuente de alimentación cableada.
Es importante tener en cuenta que los detectores de calor no pueden detectar humo y, por lo tanto, no deben considerarse un sustituto completo de los detectores de humo. Los detectores de humo siguen siendo la mejor opción para reconocer las partículas de humo en el aire y avisar a tiempo de un incendio. El uso tanto de detectores de calor como de detectores de humo puede mejorar significativamente la seguridad en un edificio.
¿Cuál es el mejor lugar para colocar un detector de calor en la casa?
Un detector de calor debe colocarse cerca de fuentes potenciales de incendio, como en la cocina, cerca de calentadores, chimeneas o aparatos eléctricos. Es importante que el detector no se coloque demasiado cerca de la fuente de calor real, ya que esto puede provocar falsas alarmas. Se recomienda instalar el detector de calor en el centro del techo o, si no es posible, cerca del techo en una pared. También es aconsejable instalar un detector de calor en cada planta de la casa para garantizar una vigilancia exhaustiva. Es importante seguir las instrucciones de instalación del fabricante y comprobar el funcionamiento del aparato con regularidad.
¿Con qué frecuencia debe comprobarse y mantenerse un detector de calor?
Se recomienda comprobar los detectores de calor al menos una vez al año para asegurarse de que funcionan correctamente. Además, deben mantenerse regularmente para garantizar que estén limpios y libres de polvo o suciedad. También es aconsejable comprobar las pilas con regularidad y sustituirlas si es necesario. Se recomienda seguir las instrucciones del fabricante para garantizar el mejor rendimiento y fiabilidad del detector de calor.
¿Qué tipos de detectores de calor existen?
Existen varios tipos de detectores de calor, que se diferencian según el ámbito de aplicación y el modo de funcionamiento. He aquí algunos tipos comunes de detectores de calor:
1. Detectores de calor termoeléctricos: Funcionan sobre la base del efecto Seebeck y utilizan la diferencia de temperatura entre dos contactos metálicos para generar energía eléctrica. Si cambia la temperatura, también cambia la tensión, lo que dispara una alarma.
2. Detectores ópticos de calor: Éstos utilizan un sensor óptico que reacciona a los cambios en la radiación infrarroja emitida por los objetos que se calientan. En cuanto se alcanza una temperatura determinada, el detector activa una alarma.
3. Detector de calor por ionización: Estos detectores utilizan una fuente radiactiva para generar iones de aire. Si la temperatura sube, la ionización del aire cambia, lo que dispara la alarma. Los detectores de calor por ionización reaccionan especialmente bien ante los fuegos de combustión rápida.
4. Detector de calor de combustible sólido: Se preajustan a una temperatura específica y se activan si se supera dicha temperatura. Contienen un disco metálico o una tira metálica que se expande al calentarse, estableciendo así un contacto eléctrico para activar la alarma.
5. Detectores de calor cableados: Se integran en un sistema de vigilancia y pueden medir la temperatura en varios puntos de un edificio. A menudo están conectados a otros detectores de incendios y detectores de humo.
Es importante tener en cuenta que los detectores de calor no son lo mismo que los detectores de humo. Los detectores de calor reaccionan a los cambios de temperatura, mientras que los detectores de humo reaccionan a las partículas de humo en el aire. Ambos tipos de detectores suelen combinarse para crear un sistema de protección contra incendios más completo.
1. Detectores de calor termoeléctricos: Funcionan sobre la base del efecto Seebeck y utilizan la diferencia de temperatura entre dos contactos metálicos para generar energía eléctrica. Si cambia la temperatura, también cambia la tensión, lo que dispara una alarma.
2. Detectores ópticos de calor: Éstos utilizan un sensor óptico que reacciona a los cambios en la radiación infrarroja emitida por los objetos que se calientan. En cuanto se alcanza una temperatura determinada, el detector activa una alarma.
3. Detector de calor por ionización: Estos detectores utilizan una fuente radiactiva para generar iones de aire. Si la temperatura sube, la ionización del aire cambia, lo que dispara la alarma. Los detectores de calor por ionización reaccionan especialmente bien ante los fuegos de combustión rápida.
4. Detector de calor de combustible sólido: Se preajustan a una temperatura específica y se activan si se supera dicha temperatura. Contienen un disco metálico o una tira metálica que se expande al calentarse, estableciendo así un contacto eléctrico para activar la alarma.
5. Detectores de calor cableados: Se integran en un sistema de vigilancia y pueden medir la temperatura en varios puntos de un edificio. A menudo están conectados a otros detectores de incendios y detectores de humo.
Es importante tener en cuenta que los detectores de calor no son lo mismo que los detectores de humo. Los detectores de calor reaccionan a los cambios de temperatura, mientras que los detectores de humo reaccionan a las partículas de humo en el aire. Ambos tipos de detectores suelen combinarse para crear un sistema de protección contra incendios más completo.
¿Cuál es el tono de alarma de un detector de calor y en qué se diferencia de un detector de humo?
El sonido de alarma de un detector de calor suele ser un pitido continuo y fuerte. Este sonido señala un aumento de la temperatura en las proximidades del detector.
Un detector de humo, por el contrario, utiliza un tono de alarma pulsante y penetrante. Este sonido señala la presencia de partículas de humo en el aire, lo que indica un posible incendio.
La diferencia en los sonidos de alarma permite a las personas reconocer el tipo de peligro y reaccionar adecuadamente.
Un detector de humo, por el contrario, utiliza un tono de alarma pulsante y penetrante. Este sonido señala la presencia de partículas de humo en el aire, lo que indica un posible incendio.
La diferencia en los sonidos de alarma permite a las personas reconocer el tipo de peligro y reaccionar adecuadamente.